8.2. Método experimental
Los experimentos son el método que más prestigio tiene entre los psicólogos sociales, debido a:
- Permite un mayor control sobre los múltiples factores que influyen en la conducta.
- Es el único que ofrece la posibilidad de demostrar la existencia de causalidad. Para ello hay dos estrategias:
- Manipular una o varias variables mientras mantiene controladas las demás.
- Asignar a los participantes aleatoriamente condiciones distintas.
ESTUDIA |
Relaciones causa-efecto |
VARIABLES |
Independiente: Controlada por el experimentador. Dependiente: Causada por la independiente. |
TIPOS |
Pre-Test / Post-test. Factoriales. |
MANIPULACIONES |
Ambientales. Sociales. Instrucciones. |
La variable/s que el experimentador manipula, es la que hace que la persona que participa en el experimento piense, sienta o actúe de una determinada manera, como en el experimento de Triplett, sobre el pedaleo de la bici estática (lo que se manipulaba era la presencia de otras personas haciendo lo mismo).
Se le llama variable independiente, porque no depende de nada de lo que pase en el experimento, sino que el investigador es quién establece sus valores, también llamados niveles y como mínimo tiene que haber dos, para poder comparar entre ellos.
En el ejemplo, los niveles eran “pedalear solo” y “pedalear con otros”.
Todos los participantes son tratados de la misma forma, excepto por el nivel de la variable independiente.
El investigador debe controlar cualquier otra variable extraña que pueda estar influyendo (música ambiental, características de la bicicleta…), para poder estar seguro de que las diferencias observadas en la variable dependiente (conducta de los participantes, intensidad del pedaleo) son causadas por la variable independiente y no por otros factores.
Se llama variable dependiente porque se presupone que sus valores dependen de la variable independiente.
Cada valor de la variable independiente se corresponde con una condición experimental a la que se le asigna un grupo de participantes. La asignación aleatoria significa que todos los participantes tienen las mismas probabilidades de estar en cualquiera de los grupos o condiciones experimentales, de esta forma el investigador trata de asegurarse de que no existen, en un principio, discrepancias entre los grupos, que pudieran explicar las diferencias encontradas en los valores de la variable dependiente (ej. Distinta capacidad física).
Hay varios tipos de diseños experimentales. El más sencillo es con una sola variable independiente con sólo dos valores, y por tanto, dos condiciones experimentales (pedalear solo / en grupo).
En este tipo de experimento se hacer una medida “pre-test” de la variable dependiente a todos los participantes (la intensidad de pedaleo); se asigna aleatoriamente un grupo a una de las condiciones, denominado grupo experimental, que recibe un tratamiento (se le somete a una situación en la que la variable que se hipotetiza como “causa” está activa; en el ejemplo el tratamiento sería pedalear con otros), mientras el grupo control, no lo recibe (pedalean solos).
Se toma una medida “post-test” de la variable dependiente a ambos grupos.
Las diferencias entre las medidas pre y pos-test se atribuyen al único factor que los distingue, a la variable independiente, manipulado mediante el tratamiento o la ausencia de él.
Lo habitual es que los experimentos tengan diseños más complejos, con más de una variable independiente e incluso con más de dos valores de cada una.
En estos diseños factoriales, cada nivel de cada variable se empareja con cada nivel de todas las demás.
Los tratamientos experimentales se pueden aplicar de varias formas y los Psicólogos Sociales resaltan su gran creatividad debido a la tremenda importancia que se concede a la influencia de la situación.
Hay que diseñar situaciones que pongan en marcha los procesos individuales, interpersonales, grupales y societales que se quieren estudiar.
Es necesario que el participante crea la historia que encubre la manipulación experimental para que su interpretación subjetiva de la situación sea la que el investigador pretende.
Crano y Brewer (2002) distinguen tres categorías de tratamientos:
Se compara el efecto que causa en el participante, la presencia o ausencia de otras personas, así como la conducta que esas personas realizan.
Lo más frecuente es recurrir a un “aliado o cómplice”, que desempeña el papel de un participante más, pero cuyas acciones están preparadas de antemano. Ejemplo: experimento de Asch (1951) sobre conformidad a la presión del grupo.
Se controla y manipula algún efecto físico de la situación experimental.
El experimento de Latané y Darley, sobre el “efecto espectador” en el que se recrea una situación de emergencia llenando un edificio de humo, para comprobar como influye el número de personas presentes en una situación anómala en la reacción de éstas.
También es una manipulación ambiental, en las que se muestra a los participantes determinados estímulos y se les pide que emitan algún juicio o tomen decisiones a partir de ellos, como los estudios sobre formación de impresiones, en los que se les presta a los participantes una lista de rasgos de una persona y se les piden que la evalúen en relación con otras características diferentes.
Son las más usuales y las más fáciles de aplicar. El experimentador da unas instrucciones a los participantes, que son distintas para cada grupo experimental.
Las diferencias de respuesta se atribuyen a las diferencias de contenido de las instrucciones, como los experimentos sobre disonancia cognitiva y cambio de actitudes.
Además de los experimentos de laboratorio existen los experimentos de campo. Se realizan en situaciones naturales y poseen un mayor realismo mundano (se parecen más a situaciones de la vida real).
Los participantes desconocen participar en el experimento, como los experimentos de campo son “la cueva de los ladrones de Sherif” sobre conflicto y cooperación intergrupal, y el experimento sobre el efecto “Pigmalión” de Rosenthal y Jacobson.
Los cuasi-experimentos son frecuentemente utilizados en contextos aplicados. El investigador puede manipular una variable independiente, pero no puede asignar aleatoriamente a los participantes a las distintas condiciones (ej. cuando se introduce una innovación en cualquier ámbito, el investigador puede estudiar el efecto que tiene comparando a personas que experimentan esa nueva situación con otras que no lo hacen, o las mismas personas antes y después del cambio.
El experimento de campo y el cuasi-experimento, al permitir un menor grado de control por parte del investigador, no aportan tanta seguridad como el de laboratorio a la hora de hacer afirmaciones causales.
Lo importante para que los resultados de un experimento puedan aplicarse a la vida cotidiana, no es su realismo mundano, sino su realismo experimental, donde los participantes se crean lo que el experimentador les dice y se metan en la situación olvidando que participan en un experimento.
Para comprobar que ha sido así, tras el estudio se suele entrevistar a los participantes, preguntándole por sus impresiones y explicándoles el verdadero objetivo del estudio.