4 . SITUACIÓN SOCIAL Y SOCIABILIDAD
La importancia atribuída por la Psicología Social a las situaciones sociales, se manifiesta en la Ecuación de LEWIN (1952), en la que la conducta es función de la persona y del ambiente, es decir, lo que hacemos, pensamos y sentimos depende de nuestras características individuales y de la situación en la que nos encontramos; frente a la tendencia de la persona media a explicar la conducta de otras personas a partir de su personalidad y a pasar por alto la situación en la que se produce dicha conducta.
El sello distintivo de la Psicología Social consiste en poner el foco en la situación y en su impacto sobre la conducta; implicando a su vez a otras personas.
Para sobrevivir y prosperar, las personas necesitamos a los demás, necesitan su aceptación y esto es lo que hace de las situaciones algo determinante.
La Sociabilidad: tendencia innata a relacionarse con los demás, sería impensable al margen de la situación social, ya que es dónde se produce el encuentro con los “otros” (Fiske).
También Leyens hace hincapié y defiende que la Sociabilidad se constituye gradualmente por medio de la interacción con personas clave en situaciones “primordiales”.
“Un recién nacido sin contacto permanente con los demás, no pasaría de ser un mero organismo biológico (niños lobo o niños encerrados en graneros o establos), aunque estos niños lograsen sobrevivir aislados del contacto humano hasta ser descubiertos e integrados en sociedad, no alcanzaron el nivel afectivo, intelectual y lingüístico necesario para una inclusión social plena y fluida”.
El contacto social no sólo se restringe en etapas iniciales de vida; los niños criados en orfelinatos explican las elevadas tasas de mortalidad y enfermedades; así como retraso intelectual, psicomotor y problemas afectivos. Clara prueba de la necesidad que tiene la persona individual de contacto con el grupo.
La clave de la sociabilidad es la capacidad de las personas para sobrevivir como miembros de un grupo.
Los seres humanos se adaptan a su ambiente por medio de la integración en grupos de interacción directa.
El grupo significa apoyo social y vínculos sociales.
La investigación ha demostrado que las personas socialmente integradas sobreviven mejor.
Fiske (2010): aportó que los varones viven más años cuando tienen más vínculos sociales (estar casados, contacto con familia extensa y amigos, afiliaciones formales). Esta relación longevidad y vínculos sociales es más fuerte que otras de longevidad con salud física, consumo de alcohol, clase social…
En las mujeres también se produce un beneficio, aunque es menos pronunciado.
Del aislamiento social surgen emociones negativas que dañan el sistema inmunitario y afecta a la supervivencia. Los vínculos sociales no pierden importancia en la edad adulta.
Leyens (2012): La armonía conyugal tiene una estrecha relación positiva con la salud mental y física; y negativa con los crímenes y suicidios. El divorcio es una solución al conflicto de pareja; la investigación demuestra que el malestar psicológico es causa de ello; por las visitas a los psiquiatras.
En resumen, la interdependencia es importante en los vínculos sociales, no sólo entre los individuos también entre los miembros de un grupo.