6.2. Conductas reparadoras
Richman y Leary, resumen la evidencia empírica relativa a los procesos que favorecen la aparición de conductas reparadoras o restauradoras de la relación y del sentimiento de pertenencia e inclusión.
Primero, están los procesos que tienen que ver con conocer y pensar (procesamiento cognitivo). Se ha comprobado, que la persona tras una experiencia de rechazo es más sensible a lo que pueda dar información sobre su valor relacional.
Por eso, las personas que han sufrido un rechazo prestan más atención al tono emocional de las voces de otras personas, son más certeras a la hora de interpretar sus expresiones faciales y recuerdan mejor la información social; siéndole útil para encontrar pistas que les ayuden a reparar la relación y/o evitar más rechazo en el futuro.
La necesidad de pertenencia varía de unas personas a otras, las personas en las que esta necesidad es más fuerte se muestran más dispuestas a cooperar con otras personas y grupos tras el rechazo, para aumentar su valor relacional.
Otra estrategia de las personas rechazadas, sobretodo al fracasar sus intentos de reparar una relación concreta, es buscar apoyo social en otros, que le confirmen que la persona todavía dispone de relaciones que le ayudarán a compensar el daño sufrido a su sentimiento de pertenencia.
También, se ha demostrado que identificarse con el propio grupo contribuye a mejorar el bienestar en las personas que pertenecen a grupos minoritarios estigmatizados.
Sellers y Shelton, encontraron el caso de los afroamericanos que se identificaban más con su grupo étnico, mostrando así un menor malestar psicológico en situaciones de discriminación racial percibida.
Schmitt y Bromscombe, también explica que cuando una persona se identifica mucho con su grupo, su sentimiento de pertenencia se fortalece y tiene un mayor acceso a personas con las que se siente vinculada y le proporciona apoyo social, mitigando así las consecuencias del rechazo que padecen.
Todos los resultados anteriores, tienen en común que: mantener relaciones con otras personas y formar parte de grupos es fundamental para el ser humano, debido a la fuerte necesidad de pertenencia y porque dentro de un grupo pueden conseguir objetivos que en solitario serían inalcanzables.